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viernes, 10 de mayo de 2013

Los MAYORES de Carmen Isabel


Mi querida familia, incluyéndome, je,je y a mi perrita Almendra
 
Si alguien sabe de hermanos mayores, ¡esa soy yo! Me anteceden ocho, lo que no es poco decir, pues cuentan por ahí que mi mamá y mi papá insistieron en prolongar la prole hasta que apareciera la niña… ¡!Qué pena con esa gente! ¡NUEVE HIJOS!! Bueno, gracias a eso, llegué yo, la menor, la número 9. Niña y la más pequeña. Grandes y todos varones… Y bueno, tantas veces, siendo niña, les decía a mis hermanos: “Yo quiero ir con ustedes a…” Para obtener por respuesta: “No, eres muy chiquita, tú nos vas…” “Y eres niña…” Una vez pensé: “Cuando yo crezca, no voy a salir con ellos, me voy a vengar, voy a andar sola, solita, ¡sin esos bichos que no me quieren llevar a sus fiestas y aquelarres! ¡Dejen que crezca! ¡Van a ver, me las voy a cobrar toditas! ¡Con ellos, no andaré!

¡Y qué decir de las tareas! Después que murió mamá, ¡quién se ponía conmigo a hacerlas! Cuando de un dibujo se trataba, trataba de apelar a Marcos o Wilfredo, destacados en estos menesteres y la respuesta era más o menos ésta: “Esa tarea no es mía”, “Haz tu vaina”, sobretodo del inefable Wilfredo, quien nunca se ha caracterizado por la diplomacia vaticana. Y salía un pedazo de dibujo, bastante feo, porque si bien en la palabra me las ganaba todas, en matemáticas y dibujo estaba raspada…

Menos mal mi hermano mayor más cercano, al que yo bauticé “mi hermanito” –será para joder a alguien… él que eche su cuento, el de la pinza en la espalda, el del triciclo compartido, el de las arepas regaladas a las maestras-, mi hermanito Mauricio, andaba cumpliendo su rol a cabalidad de hermano mayor y el menor también, abrazados siempre por ahí, defendiéndome a capa y espada, en suave y fraterna compañía.

Luego, finalmente, se fue la niñez y llegó la adolescencia. Y con ella Carlos Marx, Sandino, Allende, el Centro de Cultura Popular, gracias a Pier Angelo Rocco –el Padrecito-, muchos amigos “grandes” compartidos, como Nemesia Cróquer, Papo, Lourdes Reverón. Montones de libros leídos, la poesía, la parranda navideña y ya los mayores no eran tan mayores… Había un tú a tú con Marcos –el líder del grupo, admirado hasta no más decir, el “nerd” como chismea bajito Wil-, así como con el deslenguado de Wilfredo y el enamorado Ismar. Por demás, yo era la cuatrista oficial y ya no podía ser excluida, porque para las serenatas a las novias o bien se necesitaba mi presencia con el cuatro, o bien al menos el susodicho instrumento prestado, lo cual me daba cierto poder…

Bien, han pasado muchas lunas, mucha agua debajo de los puentes. Y claro, no pude ni podré cumplir mi promesa de “que no saldré nunca con ellos cuando sea grande”. Si algo disfruto en esta vida, es a TODOS mis hermanos mayores (Vidal, Tomás, Sergio, José, Marcos, Wilfredo, Ismar, Mauricio), je, je, a sus hijos, a sus nietos, que son también los míos. ¡Nunca podré vengarme! ¡Está clarísimo!

 

Carmen Isabel, la novena de Marcos e Isabel.

domingo, 5 de mayo de 2013

Y sucedió en Boleíta...


Balcón del edificio en Boleíta, poco sol y algo nublado, días lluviosos de julio. Juan Araujo hace la siguiente adivinanza: ¿Cuál es el animal que hace 99 veces PUM y una vez PAM? Caras que se ven y la respuesta que viene de él mismo: "Un ciempiés con un pie enyesado". Uff, qué bien. Sin tiempo de que tomemos respiro pregunta: "¿En cuánto tiempo llegara el ciempiés a planta baja?". Y las respuestas tratan inútilmente de atinar en el tiempo infinito requerido y la contestación se viene con un relámpago: “¡Nunca, porque en el piso tres vive el gigante verde que come ciempiés! Silencio y fin.
 
 
Redacción: Marcos Antonio Maracara M. (hijo de Marcos e Isabel) Esperamos a ver si los Araujo se animan y mandan la foto del edificio...